¿Qué es la industria farmacéutica?

La industria farmacéutica se define como el estudio, creación, producción y distribución de medicamentos utilizados en la prevención y el tratamiento de enfermedades. Esta industria incluye productos como vitaminas, medicamentos veterinarios, productos farmacéuticos y vacunas.

Las operaciones que realizan los profesionales del sector farmacéutico son diversas. Incluyen analistas de datos e investigadores, así como farmacéuticos y expertos en marketing. Todos ellos son esenciales para el buen funcionamiento de la industria.

Tipos de medicamentos

  • Por su procedencia

Un medicamento puede ser sintético, con moléculas de origen químico, o biológico, con un principio activo derivado de proteínas, tejidos, células o fluidos de plantas o animales, dependiendo de dónde se encuentren sus componentes. La producción de productos biológicos implica procedimientos extremadamente rigurosos, ya que las estructuras de las proteínas difieren mucho de las de los medicamentos de base química en cuanto a tamaño, complejidad y variabilidad. Además, la producción de fármacos biológicos implica el uso de sistemas vivos, lo que requiere circunstancias extremadamente específicas.

  • Por su prescripción

El método por el que las personas pueden obtener los medicamentos constituye la base de esta clasificación. Hay dos tipos de medicamentos: los regulados, que requieren receta médica y se utilizan para tratar dolencias importantes, y los de venta libre, que sirven para aliviar, tratar o prevenir dolencias leves.

  • Por su derecho de explotación

Este criterio divide los medicamentos en tres categorías: de patente, genéricos y comparables. A un laboratorio que crea un medicamento novedoso se le concede un derecho de autor y una marca registrada, lo que le permite producirlo solo a él durante 15 años. Esto indica que la sustancia no puede ser utilizada por ningún otro laboratorio. Cualquier laboratorio puede fabricarlo después de que expire la patente. Estos medicamentos se denominan genéricos y se someten a pruebas para garantizar que contienen el mismo principio activo y el mismo grado de pureza que el original. También existen medicamentos similares sin esta garantía de calidad.